Oia es un municipio enclavado en las Rías Baixas donde la naturaleza favorecida por un clima suave y templado durante todo el año configuran una zona mágica y única. De ello ya fueron testigos los antiguos monjes que habitaban el monasterio de Oia, un lugar de peregrinación con mucho encanto y tradición. La Serra da Groba es otro de los lugares mágicos del municipio de Oia. Donde se elevan fantásticos miradores, paisajes de ensueño y rutas magníficas que pueden realizarse a pie o a caballo. Allí existe una importante concentración de caballos de raza gallega en libertad.

Todos estos parajes forman parte del valle de O Rosal, un lugar donde el enoturismo se hace realidad porque es posible visitar magníficas bodegas de vino y posteriormente degustarlo en marisquerías y restaurantes con vistas al mar. ¿Existe algún placer mayor que el de compartir deliciosos platos de productos frescos del mar con una copa de Vino DO Rías Baixas? En Bodegas Mosén Anselmo creemos que el maridaje de la gastronomía y la enología son dos de los grandes placeres de la vida.

En la rocosa costa del océano Atlántico, enclavado entre los municipios turísticos de Baiona y A Guarda, se encuentra el monasterio de Santa María de Oia. Una de las pocas construcciones religiosas de estas características que se encuentran enclavadas junto al mar y que data del siglo XII. Durante todos sus siglos de historia la abadía fue también un convento cisterniense, donde los monjes elaboraban exquisitos brebajes que son hoy las huellas de los vinos de nuestra bodega Mosén Anselmo.

Uno de los puntos más destacable de este monasterio es su singular localización estratégica. Está en las Rías Baixas y ha sido testigo muy directo de los duros temporales del Atlántico y del tránsito de navegantes e invasores que llegaban a la zona.